El fallo conocido como “Roe vs. Wade” garantizó, desde 1973, el derecho constitucional a la interrupción del embarazo. Hoy, el máximo tribunal estadounidense revocó esa sentencia y dejó en manos de cada estado la posibilidad de garantizarlo o no. El mundo se manifiesta contra el retroceso.
El fallo señala que la Constitución “no otorga” este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto al “pueblo” y sus “representantes electos”.
Según publica el diario Independent, el fallo Roe vs. Wade determinaba que la Constitución de EE. UU. protegía el derecho de la mujer al aborto sin una intervención excesiva del gobierno. Esta postura fue avalada por la Corte Suprema en 1992, mediante la sentencia “Planned Parenthood vs. Casey”, que confirmó la “determinación esencial” en aquel fallo del 73 y prohibió las restricciones legales que constituyen una “carga indebida” en el acceso al aborto.
Nueve personas integran la Corte Suprema de Estados Unidos. Cinco —de seis— jueces conservadores del tribunal firmaron la opinión de la mayoría: Clarence Tomas, Samuel Alito, Brett Kavanaugh, Neil Gorsuch y Amy Coney Barret. Tres disintieron: Esteban Breyer, Sonia Sotomayor, y Elena Kagan. Quienes votaron en contra criticaron duramente a la mayoría y lamentaron la decisión, que retrotrae cincuenta años al país.
Dice el fallo: “El aborto presenta una profunda cuestión moral. La Constitución no prohíbe a la ciudadanía de cada Estado regular o prohibir el aborto. Roe y Casey se apropiaron de esa autoridad. La Corte anula esas decisiones y devuelve esa autoridad al pueblo y a sus representantes electos”.
Además, expresaron su preocupación de que algunos estados «puedan impedir que las mujeres viajen fuera del estado para abortar, o incluso que reciban medicamentos para el aborto fuera del estado». «Algunos pueden criminalizar los esfuerzos, incluida la provisión de información o financiación, para ayudar a las mujeres a obtener acceso a los servicios de aborto de otros estados”, añadieron.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, no se unió a la mayoría pero escribió en una opinión concurrente en la que manifestó que no habría revocado Roe vs Wade, sino que solo habría ratificado la ley de Mississippi, que prohíbe los abortos después de la semana 15 de embarazo.